Learn Spanish with an outraged military man
Updated: Oct 24, 2023
Learn Spanish with an outraged military man
En el año 1995 tuve que hacer el servicio militar obligatorio en España, yo quería haberme ido a Irlanda a aprender inglés, beber cerveza negra y conocer irlandesas pero España tenía otros planes para mí bajo pena de cárcel si no lo hacía. No había otra, tenia que ir al ejército a recibir órdenes durante un año. A Africa
Es verdad que decir Africa suena a leones, hienas y cocodrilos pero Africa es muy grande y Ceuta y Melilla además de estar en el norte de Africa son dos ciudad Seguramente no has estado en ninguna de las dos pero si las tuviese que describir, Ceuta y Melilla en el año 1995 sería como la película de Apocalipsis Now pero sin muertos por disparos. Militares, helicópteros y jeeps por todos los lados. Estoy exagerando, lo sé, pero esta es mi historia
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Era el 16 de Agosto de 1995, a la estación vinieron a despedirme un gran grupo de amigos, mi novia por aquel entonces, mis hermanos y mis padres. Eso era como irse a la guerra, fue una despedida con honores, sentimientos y un orgullo patrio digno de los 18 años…., porque ahora con casi 50 a mí no me hubieran engañado, me hubiera ido a beber cerveza negra a Dublín y conocer Irlandesas ¡qué narices!....
Ir de Madrid a Ceuta no debería ser tan complicado aunque el presupuesto del estado era más bien ajustadito. El viajecito hasta Cádiz fue en tren, en uno de esos trenes que paran en todas las estaciones y que en algunos tramos va más despacio que las cabras, fue agotador y creo que mi dolor de espalda crónico empezó en una de aquellas butacas de madera dura donde me senté durante nada menos que 16 horas
Una vez en Cádiz, y como tortugas recién nacidas que por instinto encuentran el mar, nos dirigimos al puerto de Almería para coger el ferry hasta Ceuta, llegamos al cuartel 10 horas más tarde y ahí nos esperaban para darnos una taza de hojalata. Sí, ese fue el premio a 30 horas de viaje. La verdad que no me esperaba una medalla de oro pero tampoco quería una taza de hojalata. ¿Para qué querría yo una taza de hojalata?, pronto me lo dijeron, iba a ser de donde bebiese durante el siguiente año.
Aquella noche no dormí. Compartir habitación con 300 personas no es lo mío y preferí estar alerta, recordar a mi gente en la estación y llorar, fue una noche larga,
A las 7 de la mañana un tipo con una corneta pasó a la habitación (no e suna habitación, es un garaje donde duermen 300 personas) y empezó a tocar el instrumento a fuerza de pulmones. No me extraña lo más mínimo que los militares estén prepradado para la guerra si ya se levantan enfadados. Que manera de romper el sueño por dios!
El primer día nos cortaron el pelo, recuerdo que por aquel entonces yo tenia pelo y estilo propio pero me di cuenta enseguida que no podíamos escoger estilo alguno. Todos igual, rozando la cabeza de chorlito. No puedes decir nada, sólo aceptar qué feo uno es cuando por primera vez te ves con el pelo rapado.
Despues nos dieron los trajes militares. Todos iguales. Ahora si que lío iba a ser pingo ya que entre el pelo y el uniforme solo detacaban los rubios y los altos, los demas éramos todos iguales!o
El primer mes lo pasamos aprendiendo a desfilar. Desfilar, por si no lo sabes es andar con muchas personas a la vez al mismo paso, llevando el mismo braceo mientras te enfadas con aquellos descoordinados que no saben andar y comer chi